barbacoaj

Hummus es tal vez la obra más completa que este autor haya escrito jamás. Eso no quiere decir que sea buena. Pero me siento en la obligación de dejar asentado ese dato.

La letra intenta superponer la idea de la existencia de fronteras estrictas -discontinuas- tanto en su dimensión geopolítica como en su dimensión cultural si acaso existiera.

Atraves de una poesía banal y sin muchos ribetes, se utilizan referencias directas a un discurso utilizado por ciertos sectores pertenecientes a la "clase media argentina" -termino sumamente ambiguo y contradictorio- que intentan delimitar una "categoría social" que tiene una "extensión territorial" comparable a la de un continente entero.

Tambien se traza un paralelismo con la historización de un fenomeno cultural -el tango- aunque se ridiculizan algunos aspectos intencionalmente.

Entonces la idea de las fronteras como un limte estricto entre "lo nuestro" y el resto pierden el sentido y se transforman en un capricho absurdo -en realidad, es una disputa por el poder-. Lo mismo que sucede cuando se intentan extrapolar las fronteras administrativas de los estados nacionales para aplicarlas a preparaciones culinarias, generos musicales, estilos artísticos.

En estos casos las fronteras "existen" como marcos difusos, como nubes que se entremezclan, como procesos históricos graduales mucho mas extensos que rara vez coinciden con las lineas de los mapas.

En todo caso, siempre hay un "discurso nacional" propiedad de estos sectores que buscan recortarse de determinada realidad y se arrogan la representación política del colectivo como espacio socio-cultural delimitado por la posesión de ciertas características seleccionadas arbitrariamente y no necesariamente comunes ni representativas del total de la población administrada.

Musicalmente la obra se reparte entre un estribillo reggae simplón, básico y repetitivo. Como representando esa rigidez y monotonía que plantea la idea de frontera como contorno del territorio administrado.

El riff de los vientos es una melodía un tanto rebuscada que representa la heterogeneidad dentro de ese territorio.

Las estrofas tienen un ritmo con reminiscencias orientales mediterraneas, con una melodía mas expresiva y que denota mayor profundidad, enmarcando ese discurso hegemónico del que se hablaba anteriormente.

Luego hay un puente instrumental que desemboca en un ritmo extraido de la rumba de las murgas del carnaval característico de la Ciudad de Buenos Aires. El mismo finaliza con el corte característico de los "tres saltos", momento de la danza murguera donde lxs bailarinxs saltan y revolean sus pies en el aire.

En esta parte el recitado condensa la crítica mas directa de la canción, análogamente a la actividad performática de las murgas a las que se emula.

Ariel J. Brukman